viernes, 14 de octubre de 2011

Y la vida continúa escribiendo en nuestra historia...

Son muchas las huellas hermosas que quiero dejar en todos aquellos que comparten conmigo este maravilloso viaje por la vida. Son muchos los anhelos de sembrar la buena semilla que germina, florece, da fruto y vuelve a germinar prometiendo una cosecha extensa y memorable. Comienzo sembrando en mis estudiantes el respeto por aquellos que nos miran desde la otra orilla, desde la serenidad que brindan los años y los momentos vividos. Comienzo recordando que algún día llegaremos a ese otro lado y es preciso vivir ahora de tal manera que nuestra huella sea inolvidable. Comienzo con los artistas de la voz, con los artistas de los abrazos, con los artistas de las sabias palabras, con los artistas de la vida... Nuestros mayores.

Cada amanecer nuestra vida despierta a la blancura de un nuevo papel en donde escribiremos nuestra historia, un nuevo capítulo que formará parte de nuestras memorias, legados y recuerdos. Cada día escalamos un poco más la montaña que nos promete una vista hermosa desde las alturas. Caminamos, a veces corremos, otras nos caemos, pero siempre de alguna forma el Creador con sus Benditas Manos nos levanta de nuevo y seguimos subiendo.
La piel, la mirada, la nieve de los años va poco a poco pintando el lienzo de nuestros cabellos y nuestra agilidad va descansando y, como cera de cirio, va consumiéndose calladamente ante el calor de la cercanía al Sol...
¡Qué gran lienzo es la vida!
¡Qué profunda y eterna la huella que podemos dejar en aquellos que tanto amamos!

"Saber envejecer es una obra maestra de la sabiduría, y una de las partes más difíciles del gran ARTE de vivir."
Henri Frédéric Amiel

Cada corazón, porque después de todo, somos alma, corazón y espíritu, nace con la encomienda de hacer de su vida una obra maestra. Desde que nuestros ojos ven la LUZ,y la brisa se pasea por nuestros adentros, ya estamos viviendo y dejando huellas. Desde el primer día hasta el último, estamos llenando nuestro interior con experiencias, vivencias, aventuras, derrotas y conquistas que nos han hecho madurar y nos han permitido compartir nuestro aprendizaje, nuestra ganancia con los más jóvenes.

Es por esa hermosa razón, y en honor a nuestros héroes y heroínas del tiempo, artistas y sembradores de ilusiones, comienzo a hacerme eco de los versos que narran nuestra historia como individuos, como familia, como comunidad, como pueblo, como país... Busco llevar mi voz a mis hijos, a mis estudiantes, para que reconozcan y valoren la herencia de valor incalculable que nos dejan nuestros mayores. Comienzo a compartir el perfil visible de aquellos que son y fueron estudiantes, aquellos que son hijos, padres, madres, hermanos, tíos, abuelos...

viernes, 7 de octubre de 2011

El comienzo de una historia que nos llega a todos...







Un día lleno de sol, un cielo maravilloso que auguraba muchas experiencias que serían contadas por aquellos héroes que comenzaron a detener en el tiempo, plasmando sobre papel los sucesos de nuestra historia. Hoy tuve la oportunidad de ser parte de la 5ta Cumbre de Periodismo Escolar.

Una amena apertura, realizada por la Sra. Helga I. Serrano, la Directora Ejecutiva del Centro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico (CLP), organización sin fines de lucro coauspiciada por El Nuevo Día y la Universidad del Sagrado Corazón (USC), despertó en nuestras mentes el deseo de continuar aprendiendo, de continuar dando el paso de la tiza a la computadora, de continuar reconociendo que aunque somos producto de la era letrada, hoy nos corresponde dar el salto a la era digital. Sencillamente desde Gutenberg hasta nuestros días, hemos sido testigos de muchos cambios que han formado parte del aprendizaje de hombres y mujeres que han cambiado la historia.
Hoy, la historia la escribimos nosotros, nuestros hijos, nuestros estudiantes. Los acontecimientos nos impactan cuando los vemos en las miles de imágenes que se eternizan a través de la fotografía y se graban en nuestras memorias. Así como los relatos, las voces y los sentimientos que escuchamos o leemos en los diarios impresos o digitales se graban en nuestras almas.
Sólo me queda tomar la decisión de continuar formándome para que mis estudiantes puedan ver en mí, una maestra comprometida que vence obstáculos y que los motiva, a ser creativos, a ser artistas que dejan huellas positivas y memorables para la historia.